viernes, 10 de julio de 2015

ALMNESIA


    Como cuando observas esas escaleras que no sabes si suben o bajan o esas caras que son rostros diferentes en dos sentidos opuestos, así me encontraba yo, parado, observando los dos cuerpos inertes en mitad de la calle. Yo pertenecía a uno de ellos pero no sabía si yo era el muerto de la derecha o el de la izquierda. No sabía si iba o volvía, si no lograba recordar o es que había olvidado. Si los pasos que no daba me hacían avanzar o estaba retrocediendo, si debía salvar a uno, al azar, dudando de mí una vida entera o si debía condenarme a errar, sin memoria, toda una eternidad.

María Fraile