La pura lógica es la ruina del espíritu.
Antoine de Saint-Exupéry
Juraría
que he dejado al crío ahí, en su balancín, antes de empezar a
pasar la aspiradora, luego ya no me acuerdo si lo moví o no. Todo me
lleva a pensar que me he tragado al niño con el aspirador. Pero eso
es simple lógica, el sentido común me dice que es imposible que
pase por ese tubo un balancín, por mucha potencia e ingeniería
alemana que tenga el dichoso trasto. El armario de la limpieza está
en silencio y el paquidermo, glorioso, hace su siesta con mi hijo
dentro. Aprovecho la calma para abrirle el vientre y el maldito,
primero escupe un abismo de polvo y luego me aspira como un espagueti
a pesar de mis ochenta quilos. Me sorprendo de poder entrar sin
problemas por el tubo pero ahora entiendo mejor lo del balancín ;
detrás de mi vienen los setenta metros
cuadrados del pisito y el bloque, detrás el barrio y me imagino que
todo lo demás porque yo, a estas alturas, veo todo oscuro. Todo me
hace pensar que estoy en un agujero negro pero eso es pura lógica,
el sentido común me dice que lo más probable es que esté dentro de
la aspiradora.
María
Fraile