Dice el
tipo de la radio que me quedan otros veinte kilómetros de
retenciones. Me lo dice con el tono de quien está de vuelta de todo.
El tono del fulano que te cuenta que no pasa nada porque te hayas
quedado sin curro a los cincuenta, con una hipoteca, con tres hijos y
los anexos, que incluso es una suerte porque en el fondo tu trabajo
era una mierda. Ese tono. Parece que hay hasta un pequeño regocijo
en su forma de decirme que no tengo salida del atasco. Ni atajo. Ni
camino alternativo ni otra alternativa. Y me pone a los Beach Boys
para que me joda. Para que no se me olvide que en esta carretera de
cualquier sitio, a cuarentaydos grados, soy un parado cualquiera, y
que por más que quiera avanzar, no voy a ninguna parte.
María
Fraile
Muy buen juego de sentidos con la palabra "parado".
ResponderEliminarLástima que tu historia, tan bien contada, tenga un reflejo tan amplio en la sociedad actual.
Gracias, Alfonso...y si, es una triste realidad. Abrazos!
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