martes, 30 de junio de 2015

MELTING POT

   

   
   Tengo el ficus del salón lleno de elfos, minúsculos y verdes como pulgones. Se trata de una familia, bastante numerosa, por cierto, que vivía en el bosque anexo a la zona residencial antes de que llegaran los de la promotora. Yo no puedo quejarme, a los alemanes del tercero les ha tocado un joven unicornio que tiene hartos a los del segundo con tanto trote por los pasillos. Y luego el dichoso cuerno, que es un peligro.
En las reuniones de la mancomunidad se ha decidido no informar a nadie de la existencia de estas criaturas, al fin y al cabo el bosque milenario, que arrasaron en tres mañanas para construir nuestras viviendas ecosostenibles, era su hogar. Muchos murieron bajo la maquinaria o durante el éxodo y algunos deprimen, melancólicos frente a la tele. Otros, como el cíclope o la ninfa, han encontrado un trabajillo y hay quien como la hija de mis elfos, ha decidido dejar el ficus familiar y se ha mudado, sola, a la macetita de la entrada –Es otra cultura – le digo al padre elfo durante el aperitivo –Y no todo es negativo, ya verás cuando en invierno enciendan la calefacción central. –

María Fraile

Relato finalista en el IV Concurso de Microrrelatos "Leonardo Barrada"http://asociacionfelixdemartino.blogspot.com.es/p/concurso-de-relatos_29.html 
 (Ilustración de Jean-Baptiste Monge)

4 comentarios:

  1. Simpatiquísimo relato.
    Hoy, me pondré las gafas cuando riegue las plantas, acostumbro a hacerlo sin ellas; no quiero volver a perderme alguna posible historia.

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  2. Gracias, Luz...espero impaciente que me las cuentes!

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  3. Excelente, María. Un relato lleno de encanto e ingenio.

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    1. Gracias, Yolanda! Un honor tenerte por aquí y un honor haber compartido contigo final...Enhorabuena! Un abrazo

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