viernes, 2 de octubre de 2015

EL JERSECITO DE ROMBOS



                         “Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo”
                                                                                  Salvador Allende

Quién le iba a decir a ese jersecito de rombos banal, a ese jersey de rombitos concebido para hipnotizar de aburrimiento, que cuando era un ovillo se imaginó, como todos nos imaginamos una vida cuando aun somos un proyecto de hombre banal, sentado al calorcito dando forma a un corpachón sin afición al riesgo y a las intemperies; él, que pensó en una vejez llena de pelotillas, retiradas con mimo por uno de esos rulos adhesivos inútiles haciéndole cosquillas y siendo la fuente donde van a comer polillas y polillas hasta trascender su propia existencia; ese jersey, que en su juventud se pensó pullover, pull, suéter y cárdigan, y que nunca tuvo aspiraciones de armadura; quién le iba a decir a él que saldría en todos los telediarios, que viviría en sus lanas un golpe de estado, que se llenaría de agujeros de bala, como si fuera un bandido y que pasaría a la historia de los jerséis y de los hombres como un héroe nacional.

María Fraile

6 comentarios:

  1. Me encanta tu estilo Maria. Me cautivaste con la sopa de tu abuela. De ahi en mas cada vez que veo algo tuyo lo leo.Siempre impecable.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que la sopa de mi abuela, es mucha sopa Maria Marta y eso que la mía es tan solo una versión de la original! :))...Muchas gracias por dejarme tus lindas palabras y por visitar este espacio que sin vuestras lecturas, no vive. Abrazos.

      Eliminar
  2. Me encanta tu estilo Maria. Me cautivaste con la sopa de tu abuela. De ahi en mas cada vez que veo algo tuyo lo leo.Siempre impecable.

    ResponderEliminar
  3. Y a mí. Casi que acabo de conocer, textualmente hablando : ), y ya eres una referencia para mí. Son geniales tus textos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida, Luz! Y gracias! Qué sería de estas amalgamas de palabras sin que vuestras lecturas las convirtieran en historias....Un abrazo desde Marsella!

      Eliminar
  4. Si Carlo Collodi me hizo creer que su muñeco de madera estaba vivo; ¿por qué no creerlo del jersecito de rombos de María fraile?.
    Como ves, acabo de colocarte en la estantería que reservo para los grandes escritores.
    Un saludo rumbo a Marsella.

    ResponderEliminar