martes, 20 de enero de 2015

UN TIPO CON SUERTE

    
  El documental sobre osos me vino de repente a la cabeza cuando encontré a aquel hombre en mi cocina dispuesto a beberse una cerveza. Me acuerdo que en el reportaje el narrador decía, con el mismo tono con el que se pide medio quilo de mandarinas, que en caso de estar delante de un grizzly lo suyo era permanecer inmóvil hasta que el animal se fuera. Sin todos esos conocimientos prácticos sobre úrsidos, me habría quedado paralizada igual, porque el hecho era que un extraño, semidesnudo, estaba frente a mi nevera. Al girarse, deleitándose ya con la rubia en los labios, él también se quedó pasmado al verme y a cámara lenta llevó el botellín hasta la altura del pecho como si fuera un escudo, o una promesa.
-No me hagas daño- me dijo sollozando y temblando.
-BUUUUUUH- dije agitando los brazos y pensando en la suerte que el tipo tenía de que yo solo fuera un fantasma asustado en mitad de la noche. Si yo hubiera sido un oso, estaría muerto de un zarpazo.

María Fraile
(Relato publicado en el número tres de la revista literaria Visor http://issuu.com/visorliteraria/docs/revista_literaria_visor_-_n___3)

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