lunes, 1 de diciembre de 2014

TEORÍA DE LA INVOLUCIÓN


   Esta es la triste historia de la extinción de los Pérez, familia que había sobrevivido con éxito a dinosaurios, pestes, guerras y hambrunas.    
Los Domingos el clan se reunía para compartir condumio, criticas y jugar a las cartas en casa de la matriarca. Esto sucedía desde siempre. Desde que los Pérez eran Pérez. En la mesa hablaban todos a la vez y las opiniones, lanzadas al aire, caían sobre el mantel o sobre los platos o alcanzaban alguna oreja disponible, pero siempre de forma aleatoria. Así nunca tuvieron problemas porque no había manera de darse por aludido, es lo que había hecho de ellos una familia unida. Poco a poco durante las comidas empezó a escucharse el ruido de los cubiertos, las palabras dejaron de flotar y se convirtieron en flechas certeras, de remitente a destinatario, sin que se quedara sin rumbo ni una sola intención. Los teléfonos móviles eran empuñados con pericia desde la abuela hasta el primo marxista y en estos duelos no quedó ni un solo lazo indemne. Es así como sucumbieron los Pérez, eslabones rotos adaptados a la era de la comunicación.

Maria Fraile



4 comentarios:

  1. Gracias por compartir tu blog y La creatividad que conlleva escribir! He leído los 4 microcuentos y todos hacen reflexionar... Sigue publicando que enganchaa!! Besitoss

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  2. Gracias a vosotros por las lecturas y los comentarios! es un gran estímulo, sis! Besos!

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  3. Pero....los Peréz tenían LINE?, que sus emoticonos animan mucho las conversaciones :P

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    1. jajaja cierto!...aunque lo que les acabó sobrando fue animación...

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