Empezaba
a balbucear mis primeras palabras cuando mi madre se empeñó en que
aprendiera inglés. Luego vinieron el francés, el alemán, el
italiano, el árabe y por fin, chino mandarín. Entender a Joyce,
Zola, Goethe, Pirandello, Averroes y Confucio y encontrar
indescifrable, ininteligible, incomprensible lo que quiere decir mi
madre.
María
Fraile
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ResponderEliminarEso fue porque no se leyó los sutras "mamiles". jejeje
ResponderEliminarMuy bueno.
Jajajaja Cierto! le quedaron pendientes y así andaba el pobre...Besos!
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